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Fútbol para todos, ¿o negocio para pocos?

Actualizado: 6 may 2020



Los tiempos en Argentina son, sin dudas, tiempos en estado de ebullición. En un país donde casi la mitad de los argentinos están sobre el índice de pobreza, las urgencias se trazan a partir de las necesidades. En este caso, lo que aconteció hace ya casi tres años, parece haberse difuminado bajo una interminable cantidad de acontecimientos nuevos. Fue en junio de 2017 cuando se realizaron las últimas transmisiones del Fútbol para Todos, un programa impulsado por el Gobierno de Cristina Fernández con el objetivo de transmitir, inicialmente, partidos de la primera división argentina por la Televisión Pública.


En este sentido, el actual ministro de Cultura, Tristán Bauer, reveló que el deporte tendrá centralidad en la Televisión Pública y aseguró que el fútbol lo será en particular, pero aclarando que si bien será muy difícil, dado este contexto, que retorne el programa de “Fútbol para Todos”, buscarán lograr transmitir al menos tres partidos. He aquí un repaso del conocido programa iniciado en 2009 y finalizado en 2017:

Un repaso del programa estatal.

“Te secuestran los goles hasta el domingo, como te secuestran las imágenes y las palabras. Como secuestraron a 30 mil argentinos. No quiero más una sociedad de secuestros, quiero una sociedad cada día más libre”, declaraba Cristina Fernández de Kirchner, a través de cadena nacional, en el campo de entrenamiento de la selección de fútbol en Ezeiza, allá por octubre 2009.

De esta manera, el acceso a la televisación del fútbol argentino daba un giro drástico que estaba estancado desde el año ´92. Desde ese año hasta mediados del 2009, la empresa Televisión Satelital Codificada- integrada en ambas partes por el Grupo Clarín y Torneos y Competencias- eran los encargados de la transmisión televisiva de todos los partidos. A través del sistema codificado pay-per-view, los encuentros no podían ser retransmitidos por otras señales hasta el domingo a la noche, cuando Fútbol de Primera, también en manos de TSC, repasaba las imágenes de la fecha correspondiente.

Entonces, a mediados del año 2009, luego de la negativa de TSC de seguir solventando los derechos, el Estado posibilita a todos los argentinos a que puedan acceder gratuitamente a ver los partidos de sus equipos a través de la Televisión Pública y Abierta. AFA le había pedido a TSC que, si quería seguir manejando los derechos de televisación, debía desembolsar 720 millones, es decir, triplicar los ingresos para auxiliar a varios clubes que pasaban por una grave crisis económica. Luego de que la empresa declarara que irían a pérdida si aceptaban el acuerdo, el gobierno realizó una oferta de 600 millones y se quedó con los derechos. La mitad de las ganancias serían destinadas a la AFA, y la otra mitad para promocionar el deporte olímpico.

Los intereses del gobierno de CFK, en cuanto a la publicidad, pasaban por utilizar los minutos publicitarios como propaganda, es decir, para comunicar las acciones de gobierno relacionadas con la cultura, la salud y la educación, en el entretiempo de los partidos transmitidos en vivo. Además, se realizaron campañas temáticas de concientización y de interés social. A su vez, se acordó con Iveco (empresa italiana) para ser la única empresa privada que aporte para sostener los costos y ser la marca con la que esté asociada el nombre del campeonato.

AFA, la entidad comandada por aquel entonces por Julio Humberto Grondona, optó por rescindir el contrato con la productora privada y aceptar la oferta estatal. Esta situación

desató una puja judicial con acusaciones cruzadas: la AFA denunciaba a TSC de negociar los derechos de televisión a todo el mundo sin haberle dado participación, mientras TSC reclamaba una cifra de miles de millones de pesos por el perjuicio de los derechos perdidos. Finalmente, y sin quedar demasiado clara, la situación se habría resuelto con una indemnización de más de mil millones de pesos.

Cambio de gestión: cambio de paradigma.

A partir de 2015, AFA vivía tiempos de indecisiones y malos manejos. Fue el 3 de diciembre de 2015, luego del fallecimiento de Grondona, cuando se dio aquel inexplicable escrutinio de 75 votantes que culminó con un inédito 38 a 38. Aunque todavía el suceso está bajo sospecha, lo concreto es que no hubo trampa, ni dolo. No hubo maldad, ni perversidad. No hubo beneficiados (dentro de AFA). Por el contrario, todos los dirigentes y el fútbol argentino resultaron perjudicados. Este vergonzoso e inexplicable hecho de no saber llevar a cabo un simplísimo escrutinio de 75 votantes, terminó siendo la excusa justa para que el poder intervenga a la AFA.

Con la asunción de Mauricio Macri como Presidente, la situación sobre los derechos televisivos volvió a cambiar. Aquellas transmisiones exclusivas de la TV pública, las cuales eran financiadas únicamente con publicidad estatal, comenzaron a experimentar algunos cambios graduales que desembocaron en la televisación a manos de una empresa privada.

En primera instancia, Guillermo Marín fue el encargado de gestionar el programa por pedido del Presidente. A la TV Pública, se le sumaron Telefé, Canal 13 y Canal 9, los cuales utilizaron su agenda para pasar sus publicidades en el entretiempo, y hasta hubo varios cambios de periodistas.

Fue en julio de 2017, cuando tras una licitación en la que se presentaron varias ofertas (ESPN, MediaPro, etc), en donde a partir de una alianza entre Fox y Turner lograron quedarse con los derechos de televisión de la Superliga Argentina de Fútbol. Este suceso se trató de otro cambio importante, ya que la intención pasaba por armar una liga atractiva que pudiera venderse a diversos países del mundo. Dicha liga sería controlada por los propios clubes de primera división, aislando el poder de AFA.


Vale recordar que la alianza Fox-Turner posee los derechos de televisación del fútbol argentino hasta 2022, con opción a otros 5 años más. Actualmente, los clubes argentinos no solo tomaron la decisión de concretar el final de la "Superliga" -con apenas tres torneos disputados- sino que además pretenden incrementar el dinero que reciben anualmente por los derechos de televisación.

Nuevo Presidente: ¿nuevos rumbos?

El Presidente electo Alberto Fernández, hasta ahora, ha evitado hablar demasiado del tema, aclarando que tiene cuestiones mucho más importantes para resolver.

Desde el Frente de Todos consideran prácticamente imposible que la Argentina pueda realizar un gasto de esta naturaleza antes de recuperarse en otros tantos aspectos. Pero lo que sí se plantea como posibilidad desde varios sectores dirigenciales vinculados al gobierno, es una posible reestructuración de la organización en cuanto a entidades. Cabe destacar que el final del mandato de Macri también coincidió con el fin de la presidencia de Daniel Angelici en Boca, quien era uno de los principales impulsores de la idea de la Superliga.

La cierto es que varios presidentes de clubes, que se han visto un poco alejados del manejo del fútbol local por relaciones personales o por vínculos políticos, como Rodolfo D´onofrio, Hugo y Pablo Moyano y Victor Blanco, pretenden recuperar el control. Además, Claudio “Chiqui” Tapia, quien también ha visto mermado su poder a partir de la creación de la Superliga, pretende que todo vuelva a estar bajo la órbita de AFA.


La versión del regreso del fútbol grande del país a la TV Pública tomó mayor impacto luego de que la cuenta oficial de la AFA posteara en Twiter una sugestiva y oportuna foto en donde se podía ver al Presidente de AFA, Claudio Tapia, junto con el presidente de la Superliga y de San Lorenzo, Marcelo Tinelli, y al vicepresidente 1º de Boca Juniors, Mario Pergolini, en donde dialogaron acerca de los derechos audiovisuales del Fútbol Argentino y la aplicación de nuevas tecnologías al deporte.


Según periodistas allegados a AFA, la reunión entre Tapia, Tinelli y Pergolini nada tuvo que ver con la posibilidad de que el Estado participe de la televisación del fútbol argentino. La reunión apuntó más a ver cómo se podía renovar y relanzar la marca "fútbol argentino" al mundo, a través de la comercialización de la nueva liga en las flamantes plataformas digitales y abriendo sus fronteras al mundo entero. La renovación tecnológica y creativa de las transmisiones, para hacerlas más atractivas, fue un punto que el presidente de la AFA encomendó a Tinelli y Pergolini, conocedores de la industria televisiva como ningún otro dirigente del fútbol argentino.


El fútbol y la política: una relación que perdura en el tiempo.

El fútbol y la política en nuestro país han tenido una estrecha vinculación desde hace setenta años. Cada configuración del panorama nacional ha impactado, tarde o temprano, en el mundo del fútbol.

El fútbol es juego, pasión, espectáculo, un acto social y es también un negocio burocrático con el que deben ensayarse nuevas alternativas para seguir siendo- aunque no por muchos años más- una de las principales fuentes de ingresos para una televisión que, según los sabios tecnológicos, está en una crisis que llevará a la muerte, debido a la evolución de las redes como transmisoras.

La pasión que despierta el deporte en general es un instrumento que el poder político nunca desprecia. Seguramente, en este caso, la urgencia de otras cuestiones demore un poco el efecto que este tipo de cambios suele causar. Sin embargo, todo parece indicar que, así como sucedió a nivel nacional, el poder podría cambiar de manos y con el apoyo de varios dirigentes del fútbol argentino, la AFA está cerca de recuperar la organización del torneo de Primera División para ponerle fin a la Superliga.


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