LA LEY DE MURPHY
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- La Infodemia: una pandemia que se disparó en épocas de coronavirus
La crisis del coronavirus trajo aparejado el aislamiento social obligatorio en la mayoría de los países del mundo, sobre todo en Occidente. A su vez, esto ha llevado a que millones de ciudadanos tengamos que quedarnos encerrados en nuestras casas, y muchos nos vemos inmersos dentro de una masiva ola digital que nos llena de contenidos, que en muchas ocasiones propagan fake news o bulos. El problema es que este tipo de información se propaga a una velocidad mayor que las noticias verdaderas, y aún siendo desmentidas, perviven en las redes sociales. Tan alarmante ha sido la divulgación de estas informaciones, que hasta la Organización Mundial de la Salud le ha puesto un nombre para alertar este tipo de amenazas: la infodemia –sobreabundancia de información- de rumores, bulos y datos falsos que propagan la desinformación entre la sociedad. Las fake news suelen ser utilizadas para hacer bromas virales que nos pueden causar gracia, pero en otros casos también pueden tener una clara intención política y/o promover hábitos nocivos para nuestra salud. Falsas curas, médicos que no lo son, decretos que no existen o audios falsos son algunas de las formas más utilizadas para generar desinformación. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, remarcó la necesidad de que la ciudadanía esté adecuadamente informada para evitar el pánico y la confusión, y de esa manera, lograr que la población se mantenga unida para cumplir con las medidas de contención de la pandemia. Además, recomienda consultar información que provenga de fuentes oficiales o de profesionales sanitarios con experiencia contrastada en esta clase de alertas. En estas épocas excepcionales, como la que atraviesa el mundo, es cuando se pone a prueba la madurez de una sociedad, y lo único que genera la proliferación de las fake news es afectar directamente nuestras democracias con una virulencia alarmante. Es necesario que los ciudadanos tengan que ejercer el papel de adultos responsables, y es obligación ética de cada uno de nosotros exigir noticias comprobadas y auténticas, ya que sólo la información veraz garantiza la libertad de las personas. Aclara Ghebreyesus que los responsables en expandir las fake news tienden a buscar lectores ideologizados, es decir, usuarios dispuestos a difundir una mentira aunque no se la crean, siempre y cuando ésta perjudique al bando contrario. Desde este humilde blog, La Ley de Murphy se compromete -del mismo modo que al CODIV-19 lo vamos a vencer entre todos quedándonos en casa- que la pandemia de las noticias falsas no sea propagada, por lo menos en este sitio. Toda nuestra información estará previamente chequeada por varias fuentes, e incluso no sólo asumiremos el compromiso de consultar boletines oficiales en la web, sino que muchos de nuestros escritos provienen de textos académicos. Lo que está claro es que a la “infodemia” la podemos contener si individualmente nos negamos a propagarla y evitamos infectar el espacio público con el virus de la mentira. Es por ello que aquí les adjuntamos un listado de informaciones falsas que han circulado por las redes sociales: - No hay pruebas de que la propagación del virus haya sido intencionada, ni siquiera que haya sido creado en un laboratorio. -“No salir al balcón”: no está entre las recomendaciones y medidas de prevención de la OMS, ni del Ministerio de Salud. -“Es necesario dejar los zapatos fuera de casa”: el Ministerio de Salud no se ha referido al tema, y en España aseguran que se trata de una medida exagerada que sólo busca sembrar pánico y confusión. -“La infección del coronavirus provoca resfriado con nariz mojada o tos con catarro”: el principal síntoma es la tos seca y áspera. -“El virus no resiste el calor y muere si está expuesto a temperaturas mayores a 26-27 grados, por lo tanto, deben consumirse bebidas calientes como infusiones, caldos o té. Estos líquidos neutralizan el virus y son fáciles de ingerir”: Falso, la OMS nada ha dicho acerca de la posibilidad de que el virus se vea afectado por el calor. -No se puede saber si estamos contagiados de COVID-19 si conseguimos aguantar la respiración durante varios segundos. -El ibuprofeno no está prohibido por agravar síntomas de coronavirus. El boletín oficial de la Nación ha establecido una definición de caso y también ha enumerado sus clasificaciones Aquí les adjuntamos el textual publicado en la página web, y debajo les dejamos el link para que puedan ingresar a revisar los recaudos y prevenciones necesarias: ANEXO I – GUÍA PARA LA VIGILANCIA EPIDEMIOLÓGICA DE COVID-19 La definición de caso está sujeta a la dinámica de la pandemia y su evolución en la Argentina, por la tanto podrá ser modificada y/o actualizada por el Ministerio de Salud de la Nación de acuerdo a las necesidades surgidas del desarrollo de la situación epidemiológica. Las actualizaciones de la definición serán publicadas en el sitio web oficial www.argentina.gob.ar/salud para su consulta pública. A la publicación de la presente guía se encontraban vigentes las siguientes definiciones: - CASO SOSPECHOSO (vigente desde el 21/03/2020): consultar en la página web oficial del Ministerio de Salud de la Nación. - CASO PROBABLE: Caso sospechoso en el que se haya descartado Influenza A y B por PCR, y que presente una prueba positiva para pancoronavirus y negativa para los coronavirus MERS-CoV, 229E, OC43, HKU1 y NL63. - CASO CONFIRMADO COVID-19: Todo caso sospechoso o probable que presente resultados positivos por rtPCR para SARS CoV-2. - CASO DESCARTADO : Todo caso sospechoso que es estudiado para el diagnóstico por rtPCR para SARS CoV-2 con resultado negativo. - CASO INVALIDADO POR EPIDEMIOLOGÍA: Toda notificación que no cumple con los criterios de caso sospechoso. https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/227324/20200331 https://www.cronista.com/informaciongral/Coronavirus-las-fake-news-y-los-mitos-sobre-la-pandemia-20200313-0021.html https://www.eldestapeweb.com/nota/derribando-las-peores-fake-news-sobre-el-coronavirus-en-argentina-20204129130
- Impuesto a la riqueza: ¿Qué es y a quiénes afecta?
Los impuestos son uno de los principales mecanismos con los que cuenta el estado para financiar sus gastos y políticas públicas. Actualmente el foco del debate político se centra en la propuesta elaborada por el diputado Carlos Heller e impulsada por el titular de Frente de Todos Máximo Kirchner, quienes junto al presidente Alberto Fernández y Ministro de Economía Martín Guzmán se reunieron para definir el proyecto conocido como “Impuesto a las Grandes Fortunas”. Este proyecto se fundamenta en su carácter extraordinario ante la situación mundial de crisis causada por el COVID-19. La iniciativa contempla aplicar un tributo por una única vez, con una afectación especifica destinada a afrontar los gastos del sistema de salud y salvaguardar a los pequeños empresarios, con el objetivo de preservar el empleo y amortiguar las dificultades económicas una vez superada la cuarentena. Se proyecta recaudar entre 3000 y 4000 millones de dólares, y el universo de aplicación serían quienes cuenten con un patrimonio mayor a 3 millones de dólares —Sin contar los patrimonios de las empresas—, estimados en alrededor de 11 mil contribuyentes, es decir el % 0,02 de la población total del país. Cierto es que Argentina ya estaba transitando un escenario económico muy delicado; inflación de dos dígitos, aumento del precio del dólar, recesión, y un tercio de su población bajo la línea de pobreza, sumado a que la gran deuda pública —que en el presente se intenta reestructurar—, imposibilita al país de pretender cualquier tipo de ayuda por el medio crediticio. Si bien el proyecto cuenta con el apoyo del oficialismo y un ala importante de la UCR, la oposición encabezada por el PRO y algunos tributaristas manifestaron su rechazo total, argumentando que este tributo implica una doble imposición, porque el impuesto a los bienes personales ya contempla un gravamen similar -a un mismo hecho imponible-. Un dato pertinente es que en Argentina la presión tributaria de Bienes Personales respecto del PBI (0,83 por ciento), se encuentra por encima del promedio de América Latina (0,58 por ciento), pero por debajo del promedio de los países desarrollados de la OCDE (1,89 por ciento). El mismo debate en el resto del mundo La misma discusión se está llevando a cabo en otras partes del globo. Ante la dificultad económica y sanitaria que enfrentan los países de la Unión Europea (UE) a causa del COVID-19, los estados se ven obligados de tomar deuda para afrontar la crisis. El inconveniente de esto se desprende del estrecho margen de acción impuesto por la UE a los países miembros en torno a su capacidad de aplicar políticas monetarias. Limitados los estados a tomar medidas para así absorber la deuda -en un escenario donde la inflación es muy baja y el crecimiento económico es reducido-, emerge la propuesta de un impuesto temporal sobre el 1% más rico de la población europea para afrontar dichas deudas. Iniciativas como estas se han dado a lo largo de la historia, tales como el periodo de posguerra mundial, donde los países europeos se vieron enredados en grandes deudas públicas. Los caminos para reducirlas fueron básicamente dos; mediante inflación en el caso de Francia y el Reino Unido; o mediante impuestos progresivos a los sectores más ricos, como en el caso de Alemania. FUNDAMENTOS DEL PROYECTO Teniendo en cuenta que el confinamiento y su consecuente no productividad de la sociedad afectan principalmente a los hogares de menores recursos —quienes se ven imposibilitados de trabajar y no poseen algún tipo de ahorro para afrontar la falta de ingresos—, es razonable y sensato que sean quienes cuentan con más recursos para afrontar la crisis, y son menos afectados por ella, realicen una contribución extraordinaria. El fundamento surge de los principios tributarios es el de capacidad contributiva y progresividad de los impuestos. Cada contribuyente tributa de acuerdo a sus posibilidades económicas y a medida que crece su capacidad económica, también se eleva el tributo exigido por el estado. El objetivo es la distribución de la riqueza, ante una situación de crisis sin precedentes, que ha mermado los ingresos de los sectores asalariados y pone en riesgo los empleos. ¿Como continúa? En cuanto a la procedencia del impuesto, el congreso es quien deberá sesionar y eventualmente aprobar o rechazar el proyecto, ya que el poder ejecutivo no puede realizar decretos en materia tributaria según lo dispone la Constitución Nacional. Ante la imposibilidad de reunirse en el recinto legislativo, por el peligro de contagio que ello implica, se baraja la posibilidad de sesionar virtualmente -algo no contemplado en la ley-. Por ello, en los últimos días la vicepresidenta Cristina Fernández hizo una consulta —Declaración de certeza de constitucionalidad— a la Corte Suprema de Justicia de la Nación quien deberá expedirse sobre la legalidad de esta modalidad para sesionar. Hasta que no se pueda realizar el debate legislativo, el proyecto está en espera. Fuentes: https://www.pagina12.com.ar/260156-tiempo-para-que-los-ricos-paguen-mas-impuestos https://www.clarin.com/entremujeres/coronavirus-europa-proponen-impuesto-ricos-financiar-crisis_0_1RQXXBBI4.html https://www.cronista.com/columnistas/Impuesto-a-la-riqueza-y-la-superposicion-con-bienes-personales-como-equilibrar-la-carga-fiscal-20200418-0017.html https://cnnespanol.cnn.com/video/musulmanes-mecca-ramadan-covid19-levy/
- Coronavirus: ¿Individuo o sociedad?
Mas allá de que la palabra Libertad tenga una definición tan amplia, es curioso cómo se relaciona con este momento de confinamiento que estamos transitando como sociedad por causa del coronavirus (Covid-19). Si bien probablemente todos nos consideramos libres, hoy estamos imposibilitados de transitar por las ciudades con normalidad (a excepción de las actividades esenciales), y sin embargo no parece ser un motivo para sentirnos "presos", al fin y al cabo, sabemos que las medidas son transitorias y el origen de estas es una causa extraordinaria, inimaginable hace menos de un año. Aunque la libertad es un derecho supremo del ser humano, como todo derecho, no es absoluto. Los derechos están regulados por las leyes. La libertad de circular de forma libre se encuentra prohibida en este contexto con el objetivo de salvaguardar el interés superior denominado Salud Pública. Aquí entra en escena el concepto de "Bienestar Común": las personas dejan a un lado sus propios intereses individuales para que el conjunto de la sociedad se beneficie y sus integrantes coexistan en un relativo orden y en paz. Este principio básico de la vida en sociedad, trasladado a la situación actual, se materializa en las desventajas no deseadas que cada uno de nosotros sufrimos a causa del aislamiento social, preventivo y obligatorio, con todo lo que esto conlleva en los aspectos económico, educativo, laboral, psicológico, y especialmente el emocional. Hemos sido testigos de la situación en otros países donde no se han llevado a cabo cuarentenas estrictas. Por ejemplo, los gobiernos de Brasil y EEUU, que han puesto a la economía y al mercado por encima de la salud y el bienestar de sus ciudadanos. En ambos países se ha producido una gran cantidad de contagios y fallecimientos a causa del virus, incluso sus economías han sufrido un gran declive, a pesar de que nunca "frenaron" por ninguna normativa nacional que prohibiera la circulación. Esto se explica debido a como la globalización afecta a las economías conectadas de los países. Siendo que la mayoría de las naciones han sufrido una contracción en sus niveles de producción y consumo a causa del virus, aunque no se haya realizado cuarentena en ciertos países, igualmente sus economías han sufrido la recesión global. Argentina ya venía transitando tiempos difíciles en este aspecto, con déficit fiscal, deuda externa sin precedentes, inflación galopante y más de un tercio de la población bajo la línea de pobreza. Lo cierto es que la preocupación inmediata desde marzo fue la pandemia. Afortunadamente la mayor parte de las personas respetaron y muchas de ellas siguen respetando el aislamiento, un encierro al que no estamos acostumbrados, que perjudica principalmente a quienes están obligados a salir a la calle todos los días para sobrevivir. Más allá de esto, y remarcando que el estado es responsable de tomar las medidas idóneas en pos de proteger a los más vulnerables, está claro que lo que todos queremos es que la epidemia se controle lo antes posible y por ende volver a nuestras vidas normales. La economía Argentina ha sufrido un gran golpe en lo que va de la pandemia. Miles de Pymes, que no han podido adaptarse a las dificultades que impuso la cuarentena, han cerrado sus puertas a pesar de las ayudas otorgadas del estado, que en muchos casos han sido insuficientes. El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) ha sido eficaz para apoyar a los más de 9 millones de beneficiarios que lo recibieron. Aun así, la mayoría de los trabajadores no cobran la totalidad de sus salarios, y algunos directamente no lo cobran. El acuerdo en la renegociación de la deuda ha sido el primer paso para componer el plan de reactivación económica que será indispensable en los próximos meses. Los niveles de producción industrial ya se encuentran en los mismos que el año pasado, pero las restricciones que aun se mantienen a muchos comercios y profesiones liberales -principalmente el rubro del entretenimiento- generan un desgaste en estos, que han manifestado su descontento. El ámbito académico no parece tener posibilidades de retomar las aulas este año, salvo algunas provincias privilegiadas que han regresado a las aulas. Millones de docentes y alumnos se han adaptado a la modalidad virtual de clases, permitiendo que el ciclo lectivo no se perdiera. La desigualdad volvió a hacerse notar rápidamente. Alumnos de todas las edades, que no poseen conectividad o dispositivos suficientes para poder asistir a las clases; profesores que no están capacitados para enseñar por estos medios; y la inferioridad cualitativa frente al formato presencial han dejado un sabor amargo en términos educativos. Las tecnologías actuales nos permiten comunicarnos, trabajar y estudiar. Cada vez más nuestras vidas se sumergen en el ámbito virtual y parece que todo puede hacerse a través de una pantalla. A pesar de esto, el encierro nos afecta psicológicamente, sobre todo a las personas que lo están transitando en soledad y esto empeora cuando la edad de la persona es avanzada. Somos seres sociales, es decir, nos desarrollamos al relacionarnos con los demás, y la virtualidad no reemplaza el contacto físico. Esto, sumado a estar inactivos puede causarnos trastornos de ansiedad o depresión. Recomendaciónes de la OMS: Establecer una dieta saludable y nutritiva, que ayude a su sistema inmunológico a funcionar correctamente, limitar el consumo de alcohol y evitar las bebidas azucaradas, no fumar, porque puede aumentar el riesgo de desarrollar una enfermedad grave si se contrae el COVID-19, hacer ejercicio. (...) Para el teletrabajo desde casa, se recomienda no sentarse en la misma posición durante largos períodos. Levantarse y tomarse un descanso de tres minutos cada media hora. (...) escuchar música, leer un libro o jugar. No leer o mirar demasiadas noticias si uno siente ansiedad y obtener información de fuentes fiables una o dos veces al día. Dr. Tedros Adhanom, (Presidente de la OMS) Evitar la ansiedad generada por el hecho de estar recluidos es un gran desafío, ya que el mandato en una sociedad capitalista es “ser productivos”. No obstante es un buen momento para desarrollar la introspección y hacer lo que la rutina normalmente relega a un segundo plano. Evitemos el contacto con las personas al mínimo indispensable, es difícil relegar ver a nuestros seres queridos, pero cuanto más nos cuidemos, más rápido volveremos a la normalidad. Argentina está quieta, pero progresivamente está reactivando sus actividades. La vacuna que cada día está más cerca de hacerse realidad, afortunadamente será producida en laboratorios de nuestro país, y es algo que genera grandes espectativas. Manteniendo la calma, buscando el consenso entre las distintas voces que manifiestan sus diferencias respecto al rumbo de esta situación, con empatía y sobre todo paciencia, vamos a superar esta tragedia que sin duda dejará su marca en la historia.
- El fenómeno Netflix: una sociedad acostumbrada al “on demand”
En 1997, Reed Hastings, fundador de Netflix, tuvo que pagar US$ 40 de multa por no devolver a tiempo el DVD de “Apolo 13″ que había alquilado en el videoclub Blockbuster. Aquella cifra le pareció demasiado alta y, debido a ello, decidió fundar una compañía que no les cobrara a sus usuarios por demorarse en la devolución de las películas. ¿Pero cómo logró esta plataforma convertirse en una de las más rentables del Siglo XXI? ¿Cuál fue el secreto de sus fundadores? ¿Cuáles son los contenidos con más visualizaciones? Todo eso y más en la siguiente nota: Los inicios de Netflix Como bien sabemos, Internet revolucionó el mundo. No hubo rubro económico que no tuviera afectación por el fenómeno que vino a crear una nueva forma de acceso a la información inmediata e instantánea. Para empezar esta nota, nos tenemos que remontar a los noventa, porque ahí es donde inició una de las compañías que cambiaron los negocios en los últimos años. Hablamos de Netflix: una compañía de la cual no podemos referirnos como si fuese un canal de televisión, sino que más bien, la mejor forma de describirlo es decir que ofrece contenido a través de Internet. En 1997 esta compañía llegó para revolucionar el modo de ver contenidos, pero no como la conocemos hoy; ellos primero utilizaron Internet como un medio para rentar películas a domicilio, utilizando el correo normal. Esto continuó de forma muy exitosa hasta 2008, cuando obligó a desaparecer a BlockBuster. Para febrero de 2007, Netflix ya había rentado más de mil millones de DVD´S. Ese mismo año, la compañía comenzó a hacer la transición que revolucionaría la televisión y el Internet: ya no se trataba de la renta de videos en físico, sino su plataforma de contenidos On Demand (dónde y cuándo el usuario desea). Sin duda alguna, Netflix es la plataforma de entretenimiento más importante de esta tercera década y podría decirse que, de este milenio, ya que ha cambiado la vida de los consumidores y la forma en la que vemos televisión. Ahora ya no estamos sujetos a horarios, ni a esperar semanalmente un capítulo de nuestras series o ni siquiera ir a rentar o comprar una película sólo para verla una vez. Para el futuro, Netflix planea seguir creando productos propios para mejorar la experiencia de los usuarios, además de continuar con su expansión mundial. En la actualidad posee más de 50 millones de usuarios en alrededor de 80 países. ¿Está en Netflix? La pregunta se convirtió en un latiguillo con el que se responde a cada recomendación de series o películas. Si no está en Netflix, para una gran mayoría, no existe. La plataforma de streaming que transformó para siempre la industria del entretenimiento, se convirtió en la dueña indiscutida del tiempo libre. La fórmula del éxito: conocer los gustos y hábitos de sus audiencias y darle a cada usuario lo que quiere ver. La herramienta para conseguirlo son los algoritmos de reconocimiento, ya que esta empresa entendió que, para crecer, era fundamental conocer a sus clientes. Entre sus logros, pudo hacer que una película no se corte, que no requiera descargas ni más complejidades que apretar un botón, y que la puedas continuar mirando desde donde la dejaste. Además, cerró acuerdos con las principales marcas de televisores para que los controles remotos incluyeran un botón exclusivo de Netflix. El convenio con las empresas incluía que los Smart llegaran a las tiendas con la aplicación instalada en los dispositivos para que el cliente no tuviera que hacer nada más que apretar un botón para acceder a los contenidos. La estrategia de seducción de audiencias fue tan efectiva que la compañía hoy está valuada en unos 151.000 millones de dólares. De esta manera, consiguió conquistar a unos 150 millones de usuarios en todo el mundo, salvo en China, Corea del Norte y Siria, donde todavía no ha podido instalarse. Sin embargo, sus competidores empezaron a copiar su fórmula exitosa y ponen en duda, a futuro, la fidelidad de los usuarios. Algoritmos invisibles y la creación de una serie para lograr mayor rentabilidad Con la aparición de las redes sociales, la palabra “algoritmo” se puso de moda ya que son los responsables de la información que aparece en cada cuenta, de acuerdo con las interacciones de cada usuario. Netflix logró exprimir al máximo esta herramienta y, desde hace años, invierte millones para optimizarla. En los inicios de la plataforma, la valoración de las películas se basaba en la propia puntuación que hacían los usuarios. Sin embargo, la compañía entendió que hay una distancia muy grande entre la cantidad de estrellas que un suscriptor adjudicaba con su experiencia real. Todd Yellin, vicepresidente de la compañía a nivel mundial, lo contó en una entrevista, allá por el 2015, de la siguiente manera: “Preguntábamos: ¿cuánto puntaje le vas a dar a un documental? Si le das 5 estrellas te vamos a mostrar más de eso, pero el problema es que lo que los espectadores te dicen, es distinto de lo que hacen. Entonces lo que hicimos fue desarrollar la “data del comportamiento” y la “data implícita”, es decir: ¿qué miran?, ¿cuánto miran?, ¿qué dispositivos usan? Eso es mucho más poderoso”. Esa conclusión los llevó a poner la big data (vigilancia digital) al servicio del entretenimiento. El resultado de ese estudio acerca de las conductas de los usuarios llevó a crear la primera serie de laboratorio con fondos de la compañía: “House of cards”. La exitosa producción se construyó en base a los datos recogidos: la compañía supo que el actor Kevin Spacey era uno de los más seguidos por el público, así como el director David Fincher. Además, observó que los dramas políticos producidos por la BBC siempre eran un éxito. Mezclaron los ingredientes y, en 2013, se estrenó la serie que terminó por consagrar a la plataforma. Todas estas inclinaciones de los suscriptores van moldeando no sólo las recomendaciones sino también lo que se ve en la pantalla. Los contenidos visibles en Argentina no son los mismos que los de otros países pero también hay diferencias entre lo que ven los distintos usuarios de cada lugar. Por poner un ejemplo acerca de los gustos: desde Netflix cuentan que cada suscriptor ve un afiche distinto para cada serie o película. La serie Stranger Things tiene nueve carátulas distintas: una más violenta, otra más divertida, una más misteriosa, etcétera, que le aparecen a cada usuario de acuerdo con sus hábitos de consumo. Otro ejemplo, si dos personas quieren mirar The Irishman cada uno verá el afiche de la película según a qué protagonista sigue con más frecuencia: lo verá con Al Pacino, Joe Pesci o Robert De Niro, según sus consumos anteriores. Marcar agenda en temas de interés general En la historia del entretenimiento, la aparición de un nuevo dispositivo siempre trajo escepticismo: el temor a que la televisión hiciera desaparecer a la radio o el cable al aire, por ejemplo. Sin embargo, también es cierto que como cualquier dispositivo cultural, Netflix ya se convirtió en un espacio de disputa de poder. Estar en esa pantalla y lograr emociones en los usuarios no es algo menor. Sin ir más lejos, en los últimos meses circuló la posibilidad de que Barack Obama filmara su propio documental para Netflix y, según sus voceros, la razón es que no quiere responder de forma directa a las políticas de Donald Trump. En Colombia, por ejemplo, el debate sobre cómo se representó a Pablo Escobar en “Narcos” llegó al Congreso debido a la mirada romántica que generó la serie sobre el personaje. En Argentina y en prácticamente todos los países donde la plataforma está instalada, la problemática del bullying se instaló en la agenda mediática durante semanas luego del lanzamiento de “13 razones”, que trató el tema del suicidio adolescente con crudeza. Con pochoclo o con temas profundos, con historias reales o mundos ficticios, lo cierto es que Netflix hoy condiciona los temas de conversación. La penetración que logró en todos los niveles de poder le puso fin a la etapa del enamoramiento y tanto la competencia como los académicos empiezan a mirar sin inocencia qué es lo que busca Netflix. Lo más visto en Argentina Netflix elaboró un índice de maratones para revelar qué series cuáles son las series que la intriga se hace protagonista en los sentidos de los espectadores y llevan a que éstos tengan que pasar más de dos horas por día frente a la pantalla para terminar la temporada, y cuáles son las que requieren de mayor tranquilidad y lucidez para entretenerse. Para elaborar este informe, la compañía analizó los patrones de consumo de televisión a nivel mundial de más de 100 series en más de 70 países. Al clasificar las producciones según este criterio se llegó a una conclusión interesante: por lo general, las de acción, los thrillers o las comedias se consumen con mucha más intensidad que a los dramas complejos, de época o las historias de superhéroes. En Argentina, las series The Walking Dead, Dark y Sense8 entrarían en el paquete de las más “devoradas”. Son relatos que van directo a los sentidos, súper atrapantes y difíciles de “dejar para después". En cambio, House of Cards o Narcos son historias en las que el espectador necesita más tiempo para abordar la complejidad de los relatos y analizarlo en todas sus dimensiones.
- Lawfare: un acto político disfrazado de proceso judicial.
El Lawfare (palabra en inglés que significa “Guerra Jurídica") es una práctica política no convencional que se viene dando en Latinoamérica en los últimos años, donde por medio del uso ilegítimo y abuso del derecho interno e internacional de un país se busca obtener ventajas en relaciones públicas, paralizando política y financieramente a los adversarios políticos, e inmovilizarlos judicialmente para que no puedan perseguir sus objetivos ni presentar sus candidaturas a cargos públicos. (Enrique Santiago Romero - 2018) Se basa en múltiples denuncias penales vinculadas a hechos de corrupción por parte de los funcionarios de gobiernos y con ello se busca deslegitimar, no solo a dichos funcionarios, sino al partido político en su conjunto, su ideología e inevitablemente, por asociación, a todas las medidas realizadas en sus gobiernos. Las denuncias son realizadas por otros sectores políticos que no son gobierno, muchas veces siendo hechos que no son siquiera delitos, sino irregularidades legales o fiscales, que no están relacionadas de por sí con el desempeño de sus funciones políticas, pero que crean una imagen negativa de los denunciados relacionada con la corrupción. Los Medios de Comunicación Otro aspecto de este fenómeno es el importante peso de los medios de comunicación en la formación de la opinión pública. No hay que olvidar que muchos de ellos son entes privados que no son más que pequeñas sucursales de los grandes conglomerados mediáticos, empresas con intereses económicos que dejan notarse en el contenido que producen, comercializan y transmiten. La libertad de prensa es uno de los derechos constitucionales más importantes de una democracia. Ello no implica que sea un derecho absoluto, y a pesar de que existen ciertas herramientas jurídicas para prevenir o reparar un daño hacia la moral o imagen de las personas (EJ: las calumnias o injurias), con el surgimiento de las redes sociales ya no hay demasiadas limitaciones a la distribución del contenido, su veracidad y (debido al anonimato) tampoco su origen. Este constante bombardeo ideológico que sufrimos permanentemente, es aprovechado por todos los dirigentes y empresarios con intereses geopolíticos en la región. Es frecuente la manipulación de la opinión pública ejerciendo propaganda negativa, con el fin de provocar una enorme presión pública en contra de una persona, un grupo o una causa, y eso está muy lejos del supuesto fin que es la comunicación objetiva. En los últimos años, los medios han alimentado la polarización ideológica de la sociedad y el consecuente enfrentamiento social que esto produce. Movimientos de extrema derecha que rememoran oscuras épocas aparentemente superadas están en crecimiento a lo largo de todo el globo, y en Latinoamérica particularmente han obtenido resultados electorales positivos, agitando las banderas del libre mercado, el conservadurismo en materias de derechos sociales y religiosos, racismo y militarismo, y se muestran como la cura contra el “populismo” y la corrupción. Es notable como se desprestigian las manifestaciones populares en los medios de comunicación más importantes, frecuentemente su legitimidad se pone en tela de juicio y son mostradas como situaciones violentas e indeseables que no deberían ser toleradas y, en cambio, sí reprimidas. La demonización de la política partidaria Partiendo de la premisa donde la culpa de los males y fracasos de la sociedad son culpa de la clase política, se crea una atmósfera de desesperanza en los políticos de profesión y se aleja a la política misma de la concepción como herramienta para lograr el bienestar general. A raíz de esto, surgen actores alternativos a los partidos tradicionales, candidatos que emergen por fuera del sistema político (conocidos como “Outsiders”) impulsados por los medios de comunicación como personas capaces y exitosas en el ámbito privado que son generalmente recibidos con buenos resultados por parte del electorado, ya que se los muestra cercanos al ciudadano común y ajenos a los supuestos “males y vicios” de la política. Abuso de la Prisión Preventiva En argentina se ha abusado también de la Prisión Preventiva, que en pocas palabras es una medida cautelar excepcional que consiste en privar de la libertad a una persona acusada de un delito sin condena firme para evitar que entorpezca la causa penal en su contra o se de a la fuga, violando el principio de Presunción de Inocencia, es decir que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario. Muchos políticos luego de abandonar sus funciones por el cambio de gobierno han estado en prisión preventiva varios años y finalmente no han recibido una condena, y si bien reciben un resarcimiento económico por haber estado presos indebidamente, las consecuencias políticas que esto genera no son aceptables en una república como la nuestra. También es usual el uso de espionaje ilegal para investigar políticos o empresarios y las extorsiones que reciben los propios miembros de la justicia. La justificación de los crímenes cometidos por las fuerzas de seguridad bajo el argumento de estar amparados por la Legitima Defensa, se están volviendo cada más frecuentes. Parece que para estos sujetos el derecho a la privacidad, el derecho a huelga, la presunción de inocencia e incluso el derecho a la vida son menos importantes que mantener la seguridad y el orden público. Casos en la región. Brasil No es casualidad que tanto la presencia de denuncias y como el impulso de los juicios aumentaron de intensidad cuando se aproximaron las elecciones en Brasil, Argentina, Ecuador y Bolivia. En el país vecino Brasil, el ex presidente Lula, líder del Partido de los Trabajadores, supo gobernar para las clases más humildes y disminuir - a niveles históricos - la pobreza, mediante políticas distributivas que promovieron el pleno empleo, los derechos de los trabajadores y el acceso a la vivienda, salud y educación. El éxito de su gobierno se vio reflejado en un importante apoyo popular, situación que presentaba graves dificultades para los sectores de la derecha y sus aspiraciones: era muy poco probable que pudieran obtener un triunfo en las urnas en elecciones normales. El objetivo principal fue que Lula no pudiera presentarse a elecciones. El proceso penal en el que se vio implicado, si bien cumplió todos los mecanismos y rituales necesarios, es evidente que existió un abuso del poder coercitivo por medio de escuchas ilegales, prisión preventiva, y publicación de dichas escuchas para generar apoyo en la opinión pública en contra del procesado. La sentencia estaba escrita mucho antes que la condena y el héroe de esta historia era Sergio Moro a pesar de que dicha condena no cuenta con medios de prueba o argumentos jurídicos lo suficientemente fuertes como para concluir en la culpabilidad del líder político. Por otra parte, la campaña de Jair Bolsonaro no presentó mayores complicaciones una vez condenado Lula, con la opinión pública a su favor, levantando las banderas de la anticorrupción y con un discurso de guerra hacia ésta, gana las elecciones presidenciales de 2018. No es un dato menor que Sergio Moro sea el actual ministro de justicia de la nación. Argentina En nuestro país hubo un intento infructuoso de llevar a cabo los mismos métodos. La primera medida tomada por el gobierno de Macri que atentó contra la Constitución Nacional fue la designación de los dos jueces de la corte suprema mediante decreto en diciembre de 2015, en vez de hacerlo por medio de una sesión donde se requiere la aprobación de los dos tercios del Senado. Es posible que el accionar del gobierno de Mauricio Macri que arremetió contra las normas legales y avasallando funciones propias del poder legislativo y judicial en reiteradas ocasiones (Decretos de necesidad y urgencia, la designación de la diputada por el Pro Laura Alonso, del partido oficialista en la Oficina anticorrupción, acusaciones no comprobadas contra opositores, medidas que beneficiaron a personas cercanas a él mismo o a su gobierno como la ley del blanqueo, apriete de jueces, etc) tenga su origen en que el gabinete y en que sus principales funcionarios no sean abogados y por ende no tengan conocimiento técnico de las formas legales y cuestiones básicas sobre las funciones de cada poder republicano que se encuentran plasmadas en la Constitución Nacional y son requisito indispensable para gobernar una nación. Luego del cambio de gobierno en el año 2015, la persecución judicial a los ex funcionarios empezó a llevarse adelante y el objetivo máximo obviamente fue Cristina Fernández de Kirchner. Con embargos que superan los 14.000 millones de pesos, dictaminados en los diferentes expedientes en su contra, la electa vicepresidenta cuenta a la fecha con nueve procesamientos (siete de ellos en causas de corrupción) y cinco pedidos de prisiones preventivas. Es curioso que en la mayoría de los casos en las que Cristina Fernández es acusada los sorteos arrojaron las causas a las manos de Julián Ercolini y principalmente de Claudio Bonadio. (Lucía Salinas – 2019).- Luego de las elecciones primarias de 2019, la Cámara Federal porteña revocó dos de los procesamientos contra la ex presidenta: la causa de "renegociación de corredores viales" y la de "compra de gas licuado", ambas llevadas por el Juez Bonadio. En algunas de las causas en las que Fernández fue denunciada por corrupción, la responsabilidad penal no recaía sobre su persona como fue mostrado por los medios de comunicación. Es irrazonable debido a la incapacidad de que la ex presidenta pudiera conocer las irregularidades o actos de corrupción en las esferas inferiores de su gobierno, resulta hilarante que se demande a quien ejerce la presidencia responder por los supuestos delitos desplegados por sus funcionarios ya que esa no es la función de una presidenta, y sí lo es de otros organismos como la Oficina Anticorrupción, la Auditoría General de la Nación o la Sindicatura General de la Nación. El objetivo de las denuncias contra la ex mandataria son claramente ensuciar su imagen pública y por medio de la prisión preventiva (objetivo que resultó frustrado) evitar que se presente a elecciones. El problema más grave de este mecanismo utilizado en Latinoamérica en los últimos años, es que al violentarse las garantías constitucionales queda sentado un precedente en el cual nadie queda ajeno a la posibilidad de sufrir una condena arbitraria, pero para muchos de nosotros las esperanzas no se agotan y la historia será quien juzgue a estos personajes infames que destruyen la democracia y atentan contra la república. Bolivia Tras las elecciones presidenciales del 20 de octubre de 2019 en Bolivia, una auditoría realizada por la OEA (Organización de los Estados Americanos) declaró la presencia de "serias irregularidades" que buscaban manipular los resultados, afirmando que, si bien el oficialismo hubiera ganado las elecciones, no lo hubiera hecho por la diferencia del 10% requerido para no ir a ballotage. Frente a esta tensa situación, el ex-presidente Evo Morales resuelve llamar a nuevos comicios. La creciente presión ejercida por las Fuerzas Armadas –quienes "sugirieron" renunciar al mandatario– la oposición y el estallido de protestas masivas con escalada de violencia desencadenaron en la renuncia de Morales, quien tras condenar la persecución de dirigentes sociales tuvo que recibir asilo político en México. La posterior renuncia de su vicepresidente y de la presidenta del senado –siguientes en la línea sucesoria– ocasionaron acefalía presidencial –es decir, vacío de poder–. Oportunamente, la legisladora de la oposición Jeanine Áñez Chávez, se autoproclamó como presidenta interina hasta el nuevo llamado a elecciones que se fijó para el 3 de mayo de 2020. Es relevante, por un lado, el apoyo al nuevo gobierno por parte de los Estados Unidos y Brasil principalmente, y por otro, el silencio de la mayoría de los países de la región ante las constantes persecuciones de políticos afines al gobierno saliente y la manera con que tomaron el poder de facto, arremetiendo violentamente contra toda reivindicación de las comunidades indígenas. La lógica salida de esta nociva situación que afecta al estado de derecho boliviano son las elecciones libres y democráticas, mecanismo idóneo para representar los intereses de nuestro pueblo vecino. Conclusiones Es imprescindible la promoción de mecanismos y herramientas para lograr el fortalecimiento de la independencia judicial y así evitar que se generen atropellos que en definitiva provocan en los ciudadanos una desesperanza y falta de confianza en la justicia. Por otra parte, teniendo en cuenta que el Poder Judicial es el único en que no se despliega la voluntad popular, lo más sensato sería dejar la hipocresía de lado y democratizar la justicia, para propiciar que la decisión de todos los ciudadanos, en lugar del antojo de la élite dominante, conduzca el destino de nuestra justicia.- [1] https://www.alainet.org/es/articulo/194894
- Fútbol para todos, ¿o negocio para pocos?
Los tiempos en Argentina son, sin dudas, tiempos en estado de ebullición. En un país donde casi la mitad de los argentinos están sobre el índice de pobreza, las urgencias se trazan a partir de las necesidades. En este caso, lo que aconteció hace ya casi tres años, parece haberse difuminado bajo una interminable cantidad de acontecimientos nuevos. Fue en junio de 2017 cuando se realizaron las últimas transmisiones del Fútbol para Todos, un programa impulsado por el Gobierno de Cristina Fernández con el objetivo de transmitir, inicialmente, partidos de la primera división argentina por la Televisión Pública. En este sentido, el actual ministro de Cultura, Tristán Bauer, reveló que el deporte tendrá centralidad en la Televisión Pública y aseguró que el fútbol lo será en particular, pero aclarando que si bien será muy difícil, dado este contexto, que retorne el programa de “Fútbol para Todos”, buscarán lograr transmitir al menos tres partidos. He aquí un repaso del conocido programa iniciado en 2009 y finalizado en 2017: Un repaso del programa estatal. “Te secuestran los goles hasta el domingo, como te secuestran las imágenes y las palabras. Como secuestraron a 30 mil argentinos. No quiero más una sociedad de secuestros, quiero una sociedad cada día más libre”, declaraba Cristina Fernández de Kirchner, a través de cadena nacional, en el campo de entrenamiento de la selección de fútbol en Ezeiza, allá por octubre 2009. De esta manera, el acceso a la televisación del fútbol argentino daba un giro drástico que estaba estancado desde el año ´92. Desde ese año hasta mediados del 2009, la empresa Televisión Satelital Codificada- integrada en ambas partes por el Grupo Clarín y Torneos y Competencias- eran los encargados de la transmisión televisiva de todos los partidos. A través del sistema codificado pay-per-view, los encuentros no podían ser retransmitidos por otras señales hasta el domingo a la noche, cuando Fútbol de Primera, también en manos de TSC, repasaba las imágenes de la fecha correspondiente. Entonces, a mediados del año 2009, luego de la negativa de TSC de seguir solventando los derechos, el Estado posibilita a todos los argentinos a que puedan acceder gratuitamente a ver los partidos de sus equipos a través de la Televisión Pública y Abierta. AFA le había pedido a TSC que, si quería seguir manejando los derechos de televisación, debía desembolsar 720 millones, es decir, triplicar los ingresos para auxiliar a varios clubes que pasaban por una grave crisis económica. Luego de que la empresa declarara que irían a pérdida si aceptaban el acuerdo, el gobierno realizó una oferta de 600 millones y se quedó con los derechos. La mitad de las ganancias serían destinadas a la AFA, y la otra mitad para promocionar el deporte olímpico. Los intereses del gobierno de CFK, en cuanto a la publicidad, pasaban por utilizar los minutos publicitarios como propaganda, es decir, para comunicar las acciones de gobierno relacionadas con la cultura, la salud y la educación, en el entretiempo de los partidos transmitidos en vivo. Además, se realizaron campañas temáticas de concientización y de interés social. A su vez, se acordó con Iveco (empresa italiana) para ser la única empresa privada que aporte para sostener los costos y ser la marca con la que esté asociada el nombre del campeonato. AFA, la entidad comandada por aquel entonces por Julio Humberto Grondona, optó por rescindir el contrato con la productora privada y aceptar la oferta estatal. Esta situación desató una puja judicial con acusaciones cruzadas: la AFA denunciaba a TSC de negociar los derechos de televisión a todo el mundo sin haberle dado participación, mientras TSC reclamaba una cifra de miles de millones de pesos por el perjuicio de los derechos perdidos. Finalmente, y sin quedar demasiado clara, la situación se habría resuelto con una indemnización de más de mil millones de pesos. Cambio de gestión: cambio de paradigma. A partir de 2015, AFA vivía tiempos de indecisiones y malos manejos. Fue el 3 de diciembre de 2015, luego del fallecimiento de Grondona, cuando se dio aquel inexplicable escrutinio de 75 votantes que culminó con un inédito 38 a 38. Aunque todavía el suceso está bajo sospecha, lo concreto es que no hubo trampa, ni dolo. No hubo maldad, ni perversidad. No hubo beneficiados (dentro de AFA). Por el contrario, todos los dirigentes y el fútbol argentino resultaron perjudicados. Este vergonzoso e inexplicable hecho de no saber llevar a cabo un simplísimo escrutinio de 75 votantes, terminó siendo la excusa justa para que el poder intervenga a la AFA. Con la asunción de Mauricio Macri como Presidente, la situación sobre los derechos televisivos volvió a cambiar. Aquellas transmisiones exclusivas de la TV pública, las cuales eran financiadas únicamente con publicidad estatal, comenzaron a experimentar algunos cambios graduales que desembocaron en la televisación a manos de una empresa privada. En primera instancia, Guillermo Marín fue el encargado de gestionar el programa por pedido del Presidente. A la TV Pública, se le sumaron Telefé, Canal 13 y Canal 9, los cuales utilizaron su agenda para pasar sus publicidades en el entretiempo, y hasta hubo varios cambios de periodistas. Fue en julio de 2017, cuando tras una licitación en la que se presentaron varias ofertas (ESPN, MediaPro, etc), en donde a partir de una alianza entre Fox y Turner lograron quedarse con los derechos de televisión de la Superliga Argentina de Fútbol. Este suceso se trató de otro cambio importante, ya que la intención pasaba por armar una liga atractiva que pudiera venderse a diversos países del mundo. Dicha liga sería controlada por los propios clubes de primera división, aislando el poder de AFA. Vale recordar que la alianza Fox-Turner posee los derechos de televisación del fútbol argentino hasta 2022, con opción a otros 5 años más. Actualmente, los clubes argentinos no solo tomaron la decisión de concretar el final de la "Superliga" -con apenas tres torneos disputados- sino que además pretenden incrementar el dinero que reciben anualmente por los derechos de televisación. Nuevo Presidente: ¿nuevos rumbos? El Presidente electo Alberto Fernández, hasta ahora, ha evitado hablar demasiado del tema, aclarando que tiene cuestiones mucho más importantes para resolver. Desde el Frente de Todos consideran prácticamente imposible que la Argentina pueda realizar un gasto de esta naturaleza antes de recuperarse en otros tantos aspectos. Pero lo que sí se plantea como posibilidad desde varios sectores dirigenciales vinculados al gobierno, es una posible reestructuración de la organización en cuanto a entidades. Cabe destacar que el final del mandato de Macri también coincidió con el fin de la presidencia de Daniel Angelici en Boca, quien era uno de los principales impulsores de la idea de la Superliga. La cierto es que varios presidentes de clubes, que se han visto un poco alejados del manejo del fútbol local por relaciones personales o por vínculos políticos, como Rodolfo D´onofrio, Hugo y Pablo Moyano y Victor Blanco, pretenden recuperar el control. Además, Claudio “Chiqui” Tapia, quien también ha visto mermado su poder a partir de la creación de la Superliga, pretende que todo vuelva a estar bajo la órbita de AFA. La versión del regreso del fútbol grande del país a la TV Pública tomó mayor impacto luego de que la cuenta oficial de la AFA posteara en Twiter una sugestiva y oportuna foto en donde se podía ver al Presidente de AFA, Claudio Tapia, junto con el presidente de la Superliga y de San Lorenzo, Marcelo Tinelli, y al vicepresidente 1º de Boca Juniors, Mario Pergolini, en donde dialogaron acerca de los derechos audiovisuales del Fútbol Argentino y la aplicación de nuevas tecnologías al deporte. Según periodistas allegados a AFA, la reunión entre Tapia, Tinelli y Pergolini nada tuvo que ver con la posibilidad de que el Estado participe de la televisación del fútbol argentino. La reunión apuntó más a ver cómo se podía renovar y relanzar la marca "fútbol argentino" al mundo, a través de la comercialización de la nueva liga en las flamantes plataformas digitales y abriendo sus fronteras al mundo entero. La renovación tecnológica y creativa de las transmisiones, para hacerlas más atractivas, fue un punto que el presidente de la AFA encomendó a Tinelli y Pergolini, conocedores de la industria televisiva como ningún otro dirigente del fútbol argentino. El fútbol y la política: una relación que perdura en el tiempo. El fútbol y la política en nuestro país han tenido una estrecha vinculación desde hace setenta años. Cada configuración del panorama nacional ha impactado, tarde o temprano, en el mundo del fútbol. El fútbol es juego, pasión, espectáculo, un acto social y es también un negocio burocrático con el que deben ensayarse nuevas alternativas para seguir siendo- aunque no por muchos años más- una de las principales fuentes de ingresos para una televisión que, según los sabios tecnológicos, está en una crisis que llevará a la muerte, debido a la evolución de las redes como transmisoras. La pasión que despierta el deporte en general es un instrumento que el poder político nunca desprecia. Seguramente, en este caso, la urgencia de otras cuestiones demore un poco el efecto que este tipo de cambios suele causar. Sin embargo, todo parece indicar que, así como sucedió a nivel nacional, el poder podría cambiar de manos y con el apoyo de varios dirigentes del fútbol argentino, la AFA está cerca de recuperar la organización del torneo de Primera División para ponerle fin a la Superliga.
- El Estado-Nación: la principal organización política.
La política actual, y en definitiva el mundo, se mueve en torno a los Estados, pero ¿qué es un Estado? En una primera aproximación, se lo puede entender como la comunidad toda, jurídicamente organizada —en base a leyes—, como el aparato de poder asentado sobre un territorio determinado que ejerce el monopolio legal de la violencia física —lo "legal" diferencia a la policía de una mafia—, o como la instancia política que articula un sistema de dominación social. Es una creación de los hombres, en base a lo que la teoría contractualista llama Contrato Social: un acuerdo realizado por individuos para vivir en sociedad. La corriente contractualista expresa la idea de que los hombres delegan sus derechos a una entidad superior, llamada Estado, para abandonar el "estado de naturaleza" en que se encontraban, de guerra y violencia permanente, y garantizar la paz. Así, el Estado surge de un pacto entre individuos para mantener la vida y prosperar a través de la cooperación para satisfacer necesidades, mediante la sumisión a un poder mayor que actúa como árbitro en los conflictos impartiendo justicia. Está compuesto de tres elementos: territorio, población y poder, pudiéndose agregar un cuarto elemento, el gobierno. El territorio refiere a la extensión de tierra sobre la cual se asienta un Estado. Por otro lado, la población se considera como el conjunto de seres humanos que viven sobre el territorio de un Estado. El poder se define como la capacidad de poner en movimiento la realidad, llevado a cabo mediante la fuerza, la riqueza, el conocimiento o el consenso. El cuarto elemento, el gobierno, se entiende como la suma del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, siendo éstos los órganos que ejercen las funciones del poder del Estado. Se trata de una creación relativamente nueva, que surge finalizando la Edad Media y a comienzos de la Edad Moderna, hacia 1453 d. C., con la caída de la ciudad de Constantinopla, capital y último centro de poder del Imperio Romano de Oriente, a manos del Imperio Otomano, cuya actual encarnación es Turquía, y que por entonces se enfrentaba a los países europeos en Cruzadas —guerras religiosas entre el Cristianismo y el Islam por el control de Oriente Próximo, la llamada "Tierra Prometida"—. Otros historiadores datan el fin de la Edad Media en 1492 d. C., fecha en la que se produce el descubrimiento de América por parte de Cristóbal Colón, con el patrocinio de los reyes de Castilla y Aragón, que más tarde se unirían para formar el Estado-Nación llamado España. El fin de este viaje fue encontrar una nueva ruta comercial que lleve a Oriente, rico en seda y en especias, sobre todo a la India y a China, debido a que la caída de Constantinopla cortó la única vía de comunicación terrestre que existía entre Europa y Asia. Ello inauguraría un nuevo capítulo en la historia de la humanidad, dando lugar a enormes cambios en la estructura política, económica, social, cultural e incluso religiosa —con la aparición del protestantismo en Europa—, motivando también una evolución en el paradigma científico, tomando por ejemplo la idea de la Tierra redonda, y ya no plana. Estamos asistiendo, como se dijo, al comienzo de la Edad Moderna, que culminaría en 1789 d. C. con la Revolución Francesa. Esta y otras ideas, novedosas para la época y que desafiaban los dogmas de la Iglesia Católica, principal autoridad política en Europa y cuyo líder y representante era el Papa, surgen —o resurgen— con lo que se denomina Renacimiento, un movimiento cultural que empapó en un comienzo a Italia y que luego se expandió a lo largo del continente europeo entre los años 1300 d. C. a 1600 d. C., y supuso una revisión tanto artística como científica de las civilizaciones griega y romana, cuyos legados son la base de la cultura occidental actual. Por aquel tiempo comienza un proceso de centralización del poder, dejando atrás la atomización o dispersión del mismo en los señores feudales, la nobleza y el clero, que habían ocupado el vacío de poder existente tras la caída del Imperio Romano de Occidente. Las ciudades empiezan a cobrar más relevancia, sobre todo por el auge del comercio y la aparición de la economía monetaria y crediticia —la moneda se extiende como instrumento de cambio por bienes y servicios reemplazando al trueque o permuta, y crecen los créditos o préstamos en moneda—, y en consecuencia las burguesías —comerciantes y artesanos— ganan poder. De esta forma, y debido a la concentración de los instrumentos de mando, militares, burocráticos y económicos en una unidad de acción política —fenómeno que, como ya se dijo, se produce primeramente en el norte de Italia debido al más temprano desarrollo que alcanza allí la economía monetaria—, tiene lugar la centralización del poder, relativamente estático y estable, que diferencia de manera principal al Estado de la Edad Moderna del Territorio de la Edad Media. La evolución que se llevó a cabo, en el aspecto organizativo, consistió en que los medios de autoridad y administración, que eran posesión privada —de los señores feudales, los nobles y la Iglesia—, se convirtieron en propiedad pública, es decir, del Estado. Además, el poder de mando que se venía ejerciendo como un derecho del sujeto —privado— se expropió a favor del Estado. Mediante la creación de un ejército permanente y profesional, cuya existencia depende del pago de los soldados, el rey —quien centraliza el poder— se hace independiente de la lealtad de sus feudatarios, estableciendo así la unidad de poder del Estado en lo militar. Los gastos que imponía un ejército permanente exigieron la organización centralizada de los medios necesarios para la guerra, lo cual suponía a su vez una reorganización de las finanzas. De este modo, la necesidad política de crear ejércitos permanentes dio lugar en muchas partes a una transformación de la administración de las finanzas. En las demás esferas, las formas de la administración feudal resultaban también inadecuadas para atender las tareas administrativas, cuantitativa y cualitativamente crecientes, de una sociedad y de una economía cada vez más complejas y pujantes. A comienzos de la Edad Moderna, que se fechó en 1453 d. C., el Estado tiene que encargarse de una serie de tareas que hasta entonces estaban a cargo de la familia, la Iglesia o las instituciones locales. Eran cuestiones relacionadas con las comunicaciones, tanto en lo general como en su aspecto económico-técnico —rutas y caminos, por ejemplo, para impulsar el comercio y unificar regiones distantes para crear un único mercado nacional—, con la administración de la justicia y con lo cultural, sobre todo de carácter pedagógico. Así, un Estado que no utilizara las revolucionarias innovaciones técnicas y tecnológicas de aquel tiempo y no acomodara a ellas su administración, se vería condenado a una decadencia inevitable. Formalmente, la aparición del Estado moderno tiene lugar en 1648 d. C., año en que se firma la "Paz de Westfalia", tratado de paz que puso fin a la Guerra de los Treinta Años —conflicto político y religioso entre partidarios de la Reforma, protestantes, y la Contrarreforma, católicos— y que introdujo la idea de "soberanía territorial" en Europa, delimitó fronteras entre los países y propició cambios en el derecho internacional, entre los que destacan la no injerencia en asuntos internos y el trato de igualdad entre los Estados. Por otro lado, la Iglesia Católica vería mermada en gran forma su influencia y poder, ya que desde entonces la religión no podía ser motivo de guerra entre Estados, sumado a que éstos adoptaron como oficial la religión que tenían en ese momento, asumiendo muchos la religión protestante —que, entre otras ideas de la corriente, no reconoce al Papa como máximo pontífice de la Iglesia Católica—. A esta concepción de Estado tiene que agregarse la idea de Nación, en la cual se conjugan elementos “materiales” como el desarrollo de intereses, resultantes de la diferenciación e integración de la actividad económica dentro de un territorio delimitado; y elementos “ideales” como la difusión de símbolos, valores y sentimientos de pertenencia a una comunidad diferenciada por tradiciones, etnias, lenguaje y otros factores de integración que configuran una identidad colectiva o una personalidad común, lo que permite una dominación ideológica del Estado sobre su población. En este sentido, "Nación" implica la existencia de un “mercado”; éste, de “relaciones de producción”, que remiten a la constitución de “clases sociales” generadoras, a su vez, de un “sistema de dominación”, el cual evoca la noción de Estado, vinculada territorial e ideológicamente a la idea de Nación. Supone una comunidad humana asociada a un territorio, que posee mitos comunes de antepasados y que comparte una memoria histórica —como los próceres—, y uno o más elementos de una cultura —entendida como conocimientos, pautas de conducta, tradiciones y costumbres, incluyendo las formas de comunicación, que caracterizan y hacen diferenciable a una comunidad— que es compartida por la población que habita en el territorio del Estado. Estas dos ideas se integran y funcionan en conjunto, por lo que al Estado suele llamárselo “Estado-Nación”, ya que, al monopolio de la fuerza legal sobre un territorio y una población determinados, se suma una identidad colectiva o personalidad común que cohesiona a la población y la hace objeto de una dominación ideológica, sobre todo a través de la educación.